El miedo a decepcionar

Eres un nadador y te da miedo la decepción.

Te dicen que tienes el talento y las habilidades adecuadas y te has convencido de ello.

No saltas un entrenamiento, duermes lo suficiente y entiendes la importancia de la nutrición. Lo estás haciendo todo a la perfección, todo está en su sitio.

Te gusta nadar. A menudo te das cuenta de que no hablas de nada más en la mesa con tus padres, los mismos a los que ves orgullosos cuando en una carrera superas sus expectativas.

Pasas tantas de esas horas subiendo y bajando por la misma calle que a veces olvidas por qué decidiste seguir practicando un deporte tan difícil. Después de todo, pensándolo mejor, muchos de tus coetáneos no están encerrados en un ambiente cálido y húmedo seis días a la semana durante dos horas… sin contar las horas de gimnasio y las tareas para completar.

Eres un adolescente que todos identifican como más maduro para su edad. Y cada vez que alguien lo dice, mamá y papá tienen los ojos llenos de satisfacción.

Tienes 16 años y la competición es tu pan de cada día. En los deportes o en la escuela nunca pareces estar satisfecho. Buscas lo mejor, a menudo la perfección y este es quizás tu mayor error a veces.

Equivocarse parece no formar parte de tu vocabulario y sientes que te tiemblan las piernas ahora que lo lees por escrito.

“Su hijo es bueno, pero no se aplica” o “por lo que haces en los entrenamientos deberías hacer mucho menos en la competición”. Aquí hay dos frases que a veces resuenan en tu cabeza.

Pareces poseer habilidades sin explotarlas al máximo y esto te lleva a tener dudas.

TIENES MIEDO A LA DECEPCIÓN

Raymond Prosinski (photo: Jack Spitser)

Tienes tanto miedo de decepcionar, que igualmente no tienes el coraje de admitirlo. Porque mostrar debilidad no es para ti; eres el fuerte, siempre sonriente y capaz de manejar todo tipo de emociones.

Tener miedo es quizás algo que no te han enseñado a sentir, pero podría ser la clave para abrirte por dentro.

No hay miedo para aquellos que realmente creen en él. La decepción es parte del juego. Solo aquellos que se desnudan de las emociones y tratan de alcanzar una meta, pueden hacerlo o no. Falla, hazlo de nuevo, equivócate, porque de esta forma, será de la única que puedas obtener el aprendizaje necesario para a su vez, obtener el éxito y los logros que anhelas.

Vive cada emoción que sientes por dentro: ira, alegría, adrenalina, asombro. Incluso las lágrimas pueden ayudarte a dejar salir lo que sientes en algunos momentos. Y nunca tengas miedo de decepcionar a un padre porque lo único que le importa es tu serenidad.

Date el privilegio de cometer errores. Y vivir un mal día como parte del camino y no como un fracaso momentáneo.

Los límites están hechos para ser superados, los miedos para sacar el coraje y estar orgulloso del camino que estás tomando, porque solo tú sabes cuanto empeño le estás poniendo a esa agua y cloro con una raya negra como mejor amigo.

Fuente by Swimswam italia

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